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jueves, 5 de febrero de 2009

La Campana de Rere

Quien no conozca la campana de oro de Rere, no conoce el tesoro más preciado de este histórico pueblo de la región del Bio Bío. Por allí dicen que no vale la pena visitar el pintoresco poblado, a 70 kilómetros al sur de Concepción, si no se contempla la majestuosidad y hermosura de la forma y tañido de dicha reliquia.

En ella está resumido el orgullo de los rerinos que no olvidan la antigua grandeza que le dio origen cuando en esas tierras se encontraba la próspera Estancia del Rey y se producía oro en abundancia.

La campana data de comienzos del siglo XVIII, concretamente del año 1721. Fue construida por iniciativa de los jesuitas con el propósito de anunciar con mayor belleza el llamado a las múltiples ceremonias religiosas que se celebraban en la misión de Buena Esperanza de Rere.

No se tiene certeza acerca del lugar en donde fue construida pero, según la leyenda, tal obra fue posible gracias al generoso donativo de joyas de oro, plata y otros nobles metales que los vecinos entregaron a los misioneros.

Cuentan también que ante tanta belleza y tan extraordinarias cualidades, las autoridades eclesiásticas de Concepción quisieron llevarse la campana. Sin embargo, con más de 40 yuntas de bueyes fue imposible sacarla siquiera fuera de la villa. Pero, para devolverla a su legítimo lugar bastó sólo una.

Hoy, la legendaria campana está ubicada en lo alto de un bello campanario construido en 1921. Desde allí, cada domingo, lanza sus melodías a rodar por los suaves lomajes de la comarca.

Por Luis Espinoza F.











Lugares Históricos de Yumbel

Pueblo de Rere Ubicado a 21 kilómetros al oeste de la ciudad de Yumbel. Es un pueblo de significación histórica. Pertenece a la conocida ruta turística llamada Ruta del Oro. El campanario y sus campanas aliadas en oro constituyen uno de los mayores atractivos dentro del pueblo. También es llamativa la disposición de sus calles y la antigüedad de sus construcciones. 

Yumbel Viejo Ubicado en el radio urbano de la ciudad de Yumbel. Está limitado por el Cerro Centinela, estero Bermejo, estero Cambrales y cerro El Combate. Corresponde a la antigua localización de los fuertes que dieron origen a la ciudad de Yumbel. Además, en el lugar se le rendía culto a San Sebastián, antes de ser trasladado a su actual ubicación. 

Templo de San Sebastián Ubicado en calle Castellón entre Avenida Bernardo O'Higgins y calle General Cruz, frente norte de Plaza de Armas de la ciudad de Yumbel. Es un lugar de significación histórica-religiosa ya que es el lugar de devoción a San Sebastián. Está constituido por tres naves, cuya construcción data del siglo XIX. En su interior y en el Altar Mayor, se encuentra la venerada imagen de San Sebastián, la cual es de madera de cedro, tallado a mano y traído por los soldados de Pedro de Valdivia. También al interior, se pueden apreciar hermosos Altares de fino mármol y un antiguo púlpito. 

Campo de Oración Ubicado entre las calles Castellón, Av. Bernardo O’Higgins, Quezada y Aníbal Pinto de la ciudad de Yumbel. Este lugar constituye el centro de las celebraciones religiosas de San Sebastián del 20 de enero y 20 de marzo de cada año. Ermita de la Primera Capilla de San Sebastián Ubicado casi al llegar a esquina de calle Patricio Patrito con Vicente Reyes en la antigua localización de los fuertes en la ciudad de Yumbel, específicamente en el centro de Yumbel Viejo.

Atractivos de Yumbel

Balnearios y Zonas de Camping Balneario Río Claro El Balneario Municipal Río Claro está ubicado a 3 Km. de Yumbel y tiene zonas de camping muy bien equipadas para recibir y atender a visitantes, turistas y veraneantes. Las aguas del Río Claro, como su nombre lo indica, son claras y como característica especial es que se diferencian temperaturas en ellas altas y bajas. 

Con abundante sombra, sus playas muestran arenas finas y suaves, ideales para el descanso familiar. Balneario Salto del Laja El Balneario Salto del Laja está ubicado a 25 km. de Yumbel y tiene la mejor ubicación para apreciar la magnificencia de sus saltos. En este balneario se han realizado importantes inversiones públicas a favor de un mayor confort y seguridad de los visitantes. Además, cuenta con el equipamiento necesario para disfrutar de este atractivo de reconocimiento nacional e internacional.

Yumbel. El peso de la tradición

En la zona de Yumbel se vive, casi en forma exclusiva, una gran cantidad de costumbres y tradiciones, que se han ido conservando a través del tiempo. A pesar del avance tecnológico, Yumbel ha sabido mantener añosas costumbres como: Trillas típicas a “yegua suelta”, mingacos, fiesta de la vendimia, la descabezadura de pollos para San Guillermo, Cruz de Mayo, la fiesta de San Juan, trillas a caballo y corridas a la chilena, entre otras adornan esta rica expresión cultural, que vive y que permanecerá vigente en la costumbre del yumbelino. 

Una novedosa iniciativa del Centro de Educación y Tecnología (Cet) es un quiosco montado en una carreta y que justamente se llama «Carreta Orgánica». Ubicada en la Plaza de Yumbel, se venden productos agrícolas y frutícolas que no han sido cultivados con pesticidas. Por otra parte, existe la Muestra Campesina de Yumbel, que se realiza cada año durante los primeros días de abril, donde se reúnen campesinos y artesanos de la comuna y regiones a mostrar el trabajo logrado durante un año de productividad en torno a un programa cuidadosamente elaborado, donde lo autóctono está presente en los stands, con artesanía, productos del agro, maquinaria agrícola, actividades recreativas, espectáculos y la tradicional comida y tragos típicos, productos que se puede llevar y consumir en el mismo lugar. 

El fervor religioso ha permanecido firme en Yumbel, al punto de que celebran fiestas como la Pascua en Rere, Novena de la Virgen del Carmen, la Cruz de Trigo, la Cruz de Mayo y la Fiesta de San Juan.

Yumbel, terrenal y espiritual

De origen militar, Yumbel destaca hoy por su alta ruralidad y su aspecto religioso. Es considerada desde siglos, una ciudad santuario, por venerarse a San Sebastián, patrono de la ciudad, los 20 de enero y marzo de cada año, lo cual constituye la principal fiesta religiosa popular de la región y una de las más importantes del país. Trillas a caballo, aire puro, viñedos, trigales y casas de adobe son parte preponderante del paisaje urbano y rural de los diferentes pueblos que encierra la comuna. 

Distante a 57 kms al noroeste de Los Angeles, la comuna de Yumbel, ubicada en la depresión central, tiene una superficie aproximada de 767, 25 kms2. Sus principales localidades urbanas son Estación Yumbel, Río Claro, Rere y Tomeco. La actividad económica más importante es la agricultura, que emplea el 52% de los ocupados, en segundo lugar se encuentra el sector servicios, seguido del sector forestal. 

Otro de los factores que afectan la producción agrícola es que gran parte de los suelos de tierra colorada han sido fuertemente explotados, ocasionando su rápida destrucción siendo hoy suelos empobrecidos, ácidos y erosionados. En los últimos años, la actividad forestal ha crecido enormemente, pudiendo aumentar ostensiblemente la superficie plantada de pinos y eucaliptus. Además, en la comuna existen algunas pequeñas y medianas empresas madereras. Hay gran producción hortofrutícula, y en los años recientes se han desarrollado pequeñas agroindustrias y huertos frutales.

Localidades de Yumbel

Río Claro. Pequeño poblado, típicamente campesino, que se levanta al costado poniente y en la ribera del río al cual debe su nombre. Se caracteriza por la amabilidad de su gente, su producción de hortalizas, siempre frescas y agradables, y su gran producción de cerezas y frutillas. Está ubicado a 12 kilómetros al surponiente de Yumbel con un camino de tierra con una capa de ripio, que bordea en casi toda su extensión la hermosa ribera del Río Claro. 

La Aguada. La hermosa aldea. La Aguada debe su nombre y origen a la antigua Hacienda La Aguada, creada por la familia Puffe, que transforma los inmensos arenales en una de las más prestigiosas y productivas tierras agrícolas de la región. A orillas del Río Laja, es posible gozar de un reparador descanso, agradables baños en sus frescas y cristalinas aguas, acompañado de una flora y fauna silvestre abundante y atractiva. 

Tomeco.  Tomeco constituye un pequeño y siempre agradable poblado típicamente campesino y agrícola, montado en las suaves lomas del lugar. Se caracteriza por un sencillo y hermoso Templo construido de adobe y madera, a fines del siglo XIX. Cuenta con imágenes religiosas muy antiguas y hermosas que ocupan sus altares. Allí, es posible adquirir muchos y variados productos agrícolas, especialmente legumbres siempre frescas, frutas y otros productos campesinos. 

Rere. La ciudad que terminó en pueblo, ubicada a 21 Km. Al poniente de Yumbel, es conocido por su artesanía y sus antiquísimas campanas con aleaciones de oro, que se encuentran en el campanario de esta localidad. En el interior del Templo Parroquial se encuentra sepultado el Sacerdote Justo Mayoral, defensor de los aborígenes y cuyos antecedentes apostólicos se encuentran en Roma para su canonización, ya que se le atribuyen numerosos milagros. Parte de la historia de Rere se encuentra reflejada en el hermoso mural del pintor Eugenio Brito, ubicado detrás del Altar Mayor del Templo.

Cómo llegar a Yumbel

Si viene por Los Ángeles, siga camino al Salto del Laja (29 km), luego llegue al cruce Las Tejas, tome el camino por su izquierda que lo guiará hasta otro cruce debidamente señalizado. El primer poblado que encontrará será Yumbel Estación y luego la Ciudad de Yumbel. Si Ud. viene por Chillán, por la Ruta 5 Sur llegue hasta el cruce Cabrero. Aquí tiene dos opciones, la primera es seguir directo por la ruta Q 50 hasta que llegue al cruce Yumbel, y la segunda es ingresar a Cabrero y tomar el camino hacia Monte Aguila y luego hacia Yumbel. 

Si viene por Concepción llegue a San Martín, tome Roosevelt hasta la Rotonda y salga a la carretera en dirección sureste donde llegará al control Chaimávida. A 49 km se encontrará el primer poblado de la comuna llamado Tomeco, siguiendo por la carretera se encontrará con el cruce Yumbel que le guiará hacia la ciudad de Yumbel

El Nombre de Yumbel

El nombre de la cuidad responde a los vocablos poéticos araucanos Um, que quiere decir Aurora, y Pel, que significa resplandor o luz, lo que indicaría Luz de la Aurora o Arcoiris Resplandeciente.

Cronología Histórica de Yumbel 1585-1693

1585. Frente español en la zona del Bio Bío. Las incursiones de los araucanos desde el sur del Bio Bío y de los pehuenches desde la cordillera andina, frenaron el avance de los españoles hasta los mismos márgenes del Bio Bío, estableciendo en toda esta área un frente de avanzada implementado con fuertes situados estratégicamente en: Antuco, Tucapel Nuevo, Yumbel, Hualqui, Santa Juana, San Pedro, Nacimiento, Los Ángeles, San Carlos de Puren y Santa Bárbara. 

1585. Creación del primer Fuerte en Yumbel. Completando esta defensa de la zona se construye el Fuerte de San Felipe de Austria en 1585. 

1603. Creación del Fuerte Buena Esperanza de Rere. 

1603. Destrucción del Fuerte de Yumbel. Es destruido por los araucanos y es levantado por segunda vez bajo el nombre de Santa Lucía de Yumbel. 

1605. Parlamento del Padre Valdivia. El 16 de mayo el Padre Luis de Valdivia celebra un parlamento en Yumbel con los indios y al día siguiente en Buena Esperanza de Rere. 

1629. Batalla de las Cangrejeras cerca del Fuerte de Yumbel. El Toqui Lientur derrota a los españoles. 

1648. Destrucción y abandono del Fuerte de Yumbel. 

1655. Gran insurrección durante los gobiernos de Acuña y Cabrera. Se destruye el Fuerte de Yumbel. Traslado del Santo a la plaza fuerte de Yumbel. Procesión más larga de la historia. En éste año fue nombrado Gobernador Antonio Acuña y Cabrera que junto con dos cuñados inician la guerra ofensiva tomando prisionero a los indígenas que lo vendían como esclavos. Hacen, además, mal uso de los sueldos destinados a los soldados inexistentes, esto provocó el disgusto general de los nativos libres y esclavos prisioneros, los que se sublevaron y se arrojan sobre sus opresores, mataron a los hombres, se apropiaron del ganado, raptaron a las mujeres y quemaron los edificios existentes. 

Al norte del Bio Bío cayeron uno tras otro todos los fuertes, incluso el de Chillán que fue despoblado llevándose consigo la imagen de San Sebastián para evitar que fuera profanada, fue enterrada en las cercanías del Fuerte de Yumbel durante 7 años. Recobrada milagrosamente, fue reclamada por los chillanejos, más el Santo no permitió "ni con dos yuntas de bueyes" y desde entonces ha permanecido en Yumbel. La imagen fue trasladada desde unos pajonales a la plaza fuerte donde estuvo hasta 1757. Huida de Buena Esperanza de Rere a Concepción, originando la procesión más larga de la historia. 

1657.Terremoto y maremoto en esta región. Tuvo su epicentro en Concepción y destruyó totalmente lo poco que quedaba en la región después de la insurrección de Lientur y Butapichún. 

1663. Reconstrucción del Fuerte de Yumbel. Es nuevamente levantado después de la destrucción de 1648 bajo el nombre de Nuestra Señora de Almudena y repoblado tres años después con el nombre de San Carlos de Austria de Yumbel. En cinco meses se construyó una fortaleza capaz de contener a 1.000 infantes. Estaba destinado a controlar los caminos que conducían al Valle Central desde la alta Cordillera por los Valles de los ríos Laja, Rucue y Duqueco como también el avance de los araucanos hacia el norte al pie de la Cordillera Andina. 

1663. Devoción de San Sebastián. Según la tradición religiosa en esta fecha tuvo origen la devoción del Santo en Yumbel, protector de las cosechas de los agricultores de la zona. 

1692 y 1693. Parlamentos en Yumbel. Convocado por el gobernador Tomás Martín de Poveda. El 1º se efectuó el 16 de diciembre de 1692. Los participantes eran el Gobernador con sus fuerzas y el ejército araucano. Se pretendía encontrar una solución para poner fin a la larga guerra entre ambos ejércitos. El gobernador sostuvo un nuevo parlamento con los araucanos el 3 de noviembre de 1693.

Cronología Histórica de Yumbel 1716-1876

1716, 1738 y 1746. Parlamentos de Tapihue. Entre gobernadores de Chile y las fuerzas araucanas. 

1757. Parroquia de Yumbel. El Obispo Pedro Angel Espiñeira erigió la Parroquia y la imagen de San Sebastián fue depositada ahí hasta 1835 en el templo ubicado en el sector de la antigua villa. 

1766. Yumbel obtiene su título de villa. Bajo el gobierno de Antonio Gil y Gonzága. 

1774. Parlamento de Tapihue. 

1819. Asalto a Yumbel, el 9 de diciembre. Yumbel es asaltado por las tropas realistas al mando de Bocardo y de Ilizondo con 658 hombres. Esta plaza es defendida por Quintana que disponía de 110 hombres. 1820. Batalla en el Cerro El Combate el 20 de septiembre. 

1820. Batalla de Tarpellanca el 26 de septiembre. 

1825. Parlamento de Tapihue. Entre araucanos y el gobierno de Chile. 

1835. Terremoto en el Valle Central. La ciudad se destruye por el terremoto que desoló la costa y el Valle Central de Chile. Se intenta el primer cambio de ubicación del centro poblado al otro lado del estero Bermejo. El terremoto destruye el templo que albergaba la Santa Imagen siendo resultando ésta intacta. La imagen estuvo en un templo provisional hasta 1859 mientras se construía el definitivo. 

1836. Reconstrucción sitio actual de Yumbel. En el siglo XVIII la propiedad agrícola y su explotación quedaron estructuradas en forma similar a la actual, como resultado de las primitivas mercedes de tierras, del remate o de la concesión de los terrenos vacantes, de la supresión del régimen de encomiendas y del servicio personal, de la venta de los predios de los jesuitas y de la abundancia de mano de obra suministrada por el mestizo. 

1859. Templo Santuario de Yumbel. Se termina de construir el templo de tres naves, hasta donde fue trasladada la imagen, lugar donde permanece hasta la fecha. 

1871. Yumbel como ciudad. Mediante decreto supremo el 16 de marzo de 1871, obtiene su título de Ciudad. 

1876. Manuel Montt visita la región. Siendo su inquietud hacia la zona la implementación de Correos, Vapor hasta Nacimiento por el río y la ejecución de los caminos hacia el Valle Central. 

1878. Profanación de la imagen de San Sebastián. Hubo una profanación e intento de destrucción de la imagen, la que fue encontrada en unos matorrales en el sector que hoy es el camino a Monte Águila. Se puede decir que el aumento de la devoción y el inicio de las primeras peregrinaciones data precisamente de 

1878, cuando la fama del Santo trasciende la frontera de Yumbel y la zona y se extiende por el resto de Chile y el exterior. 

1879. Fundación del Instituto San Sebastián. El 25 de septiembre de 1879 se ordenó la apertura del Seminario San Sebastián, hecho que se llevó a cabo el 6 de octubre del mismo año. El seminario derivó en el actual Instituto San Sebastián.

Cronología Histórica de Yumbel 1900-1984

1900. Nuevas instalaciones. Cerca de 1900, la Iglesia comienza a habilitar las primeras acomodaciones para acoger la gran cantidad de devotos y peregrinos, se instalan una hospedería, comedor del peregrino y caballerizas. 

1910. Periódico "La Prensa". El 18 de septiembre de 1910 se publica el primer ejemplar del periódico La Prensa de Yumbel. 

1939. Terremoto y destrucción de la ciudad. Epicentro en Chillán, afecta sensiblemente toda la zona destruyendo gran parte de la ciudad. El terremoto destruye parcialmente el actual templo y derriba el majestuoso e imponente campanario. 

1945. Club deportivo Hermanos Mendoza. Se funda este Club deportivo en 1945. 

1954. Rotary Club. El 23 de septiembre de 1954 se funda el Rotary Club de Yumbel. 1957. Cruz Roja. Se funda la Posta de la Cruz Roja. 

1959. Cuerpo de Bomberos. El 4 de mayo de 1959 se constituye el Cuerpo de Bomberos de Yumbel. 

1960. Terremoto. Deja su huella sobre las viviendas y construcciones de poca altura existentes en la zona. 

1968. Club de Leones. El 30 de diciembre de 1968 se crea nuevamente el Club de Leones. En 1953 se había organizado una filial del Club pero fue disuelta después de algunos años. 

1969. Habilitación del Campo de Oración. Se habilita el actual Campo de Oración "Monseñor Manuel Sánchez B.", en ese recinto se instalan confesionarios, baños y su capacidad llega a 3 mil personas. 

1974. Zona seca. Se decreta zona seca a la ciudad de Yumbel, con motivo de las celebraciones religiosas de San Sebastián. 

1984. Cuarto Centenario de la Ciudad de Yumbel. En 1984, durante la preparación de la celebración del cuarto centenario de la ciudad, se decidió conmemorar esta ocasión el día 16 de marzo, por ser éste, el día y mes en que se emitió el Decreto Supremo que la designa como ciudad; y el 1585 por ser éste el año en que se erige el primer fuerte que da inicio a la ciudad.

Historia de la Ciudad de Yumbel

La ciudad se originó en el antiguo fuerte de San Felipe de Austria levantado en 1585 por el gobernador Don Alonso de Sotomayor, en los alrededores de lo que hoy se denomina cerro Centinela. Emplazada geográficamente acorde a los principios básicos de fortificación militar y defensiva, propios de la Conquista y Guerra de Arauco, Yumbel se ubicaba entre dos cursos de agua, hoy conocidos como Estero Yumbel, por el oriente; Estero Bermejo, por el norte; y por el sur, cerro Centinela, que constituía el Mirador, que permitía observar a distancia cualquier desplazamiento de gente. 

El fuerte de San Felipe de Austria fue destruido por los araucanos y levantado por segunda vez en 1603, en esta fecha el gobernador Alonso de Ribera le dio el nombre de Fuerte de Santa Lucía de Yumbel. Nuevamente fue destruido en 1648 y levantado en 1663 con el nombre de Nuestra Señora de Almudena, y repoblado 3 años después con el nombre de Austria de Yumbel. 

En 1766, bajo el gobierno de Antonio Guill y Gonzaga, se erigió en villa. Fue destruida parcialmente por el terremoto del 20 de febrero de 1835. Recibe el título de ciudad por decreto supremo el 16 de marzo de 1871. El desarrollo de la comuna en general y de la ciudad de Yumbel en particular, ha estado ligado profundamente en el quehacer religioso gracias a la veneración a su Santo Patrono, San Sebastián.

Historia del Pueblo de Rere

El pueblo de Rere se ubica a 21 Km de Yumbel. Los orígenes de Rere se relacionan directamente con la guerra fronteriza que libraron españoles y araucanos desde los comienzos de la Conquista. Durante el siglo XVI el proceso de fundación de ciudades y de posicionamiento de las tierras en las que vivían las reducciones indígenas se consolidó con algunas dificultades hasta la zona del Bio Bío. 

Muchas ciudades fundadas al norte de este río, principalmente Santiago, fueron creciendo en la medida que el sometimiento de los indígenas garantizaban la debida tranquilidad. Sin embargo, el avance hacia el sur del Bio Bío, en donde residía gran parte de los araucanos, fue una tarea titánica y el sometimiento de las ciudades y fuertes fundados por el propio Pedro de Valdivia se hizo casi imposible. Prueba de ello es la misma muerte de Pedro de Valdivia en Tucapel hacia 1553 y los incesantes esfuerzos que desplegaron sus sucesores a fin de someter a aquel territorio que parecía indomable. 

Es así como a fines del siglo XVI se produce la gran sublevación indígena al sur del Bio Bío tras el desastre de Curalaba, trayendo consigo la muerte del gobernador Martín García Oñez de Loyola y la destrucción de la totalidad de las ciudades españolas que a duras penas se habían sostenido en esa zona. Surge entonces la necesidad de reorganizar las fuerzas españolas en torno a aquel río que servirá de frontera a ambos pueblos en pugna. 

En este contexto llega a Chile el prestigiado gobernador Alonso de Ribera quien, viendo las falencias de sus antecesores, traza un plan destinado a darle una nueva dinámica al proceso de conquista. Para ello hace construir una serie de fuertes a lo largo del Bio Bío a objeto de asegurar aquella frontera natural y conjuntamente con ello, hacia 1603, fundó entre Chillán y Concepción la llamada Estancia de Rey, que ese mismo año pobló de ganado y sembró de trigo. De este modo, los inicios de Rere se involucran directamente con la nueva dinámica de guerra que impulsará el Gobernador Rivera, y dicha función propiamente económica de sus inicios se le agrega al poco tiempo su función militar como una consecuencia inevitable dada la cercanía al escenario de la guerra. Así lo señala Diego de Rosales: "Viendo el gobernador (Rivera) el trabajo con que se socorrían los fuertes de bastimentos, tomo una buena resolución de poblar un fuerte en un puesto que se llama Huilquilemo con intento de dejar allí una sementera para el Rey...". 

El fuerte nace entonces como consecuencia de la necesidad de cuidar los sembrados y ganado que de continuo eran objeto de robo. La fortaleza se perfila con un carácter más defensivo que de protagonismo en la lucha contra los Araucanos. Además por su ubicación a espaldas de los fuertes que estaban a orillas del Bio Bío, servía como punto intermedio para el socorro de los diferentes fuertes o como punto de retirada gradual entre una eventual ofensiva indígena.

Historia de Yumbel


La comuna de Yumbel se ubica en la provincia del Bío Bío en la región del mismo nombre de Chile. Es conocida internacionalmente por sus eventos religiosos que giran en torno a la imagen santa de San Sebastián.

Pero esta comuna ofrece en cuanto al turismo variadas opciones para conocerla. Entre ellos tiene: rica historia, hermosos paisajes, eventos de reconocimiento nacional, pueblos y localidades pintorescos, balnearios en distintos cauces hídricos como también en los Saltos del Laja, además de variados mitos y leyendas.

Historia de Rere

Rere: pasado de grandeza Las calles de la apacible localidad de Rere, distante unos 20 kilómetros al poniente de Yumbel, apenas revelan su pasado de esplendoroso y su gravitante importancia en la historia nacional y de la provincia de Bio Bío. Hacia 1586, en los albores de la Conquista Española y en medio de los cerros de la Cordillera de la Costa, se instaló el fuerte de la Buena Esperanza, justo un año más tarde que el ya existente en la actual ciudad santuario. Fue bautizado como Rere, cuya significado es la derivación de "pájaro carpintero" en mapundugún. 

Bajo esta protección militar, en su entorno se comenzó a desarrollar una bullante actividad que estuvo directamente relacionada con la presencia de lavaderos de oro (llegaron a haber hasta 180 en el entorno) y el fuerte desarrollo de la actividad agropecuaria, que permitía abastecer a todas las localidades cercanas, especialmente Concepción. También fue (y es) una zona reconocida por la calidad de sus viñedos que, gracias al generoso sol, permite mostos de reconocido prestigio. Pero no fue hasta 1720, cuando Rere fue declarada oficialmente como villa, que no se produjo su verdadero crecimiento. No en vano, hacia principios del siglo XIX, llegó a ser la segunda ciudad de importancia en el país con 22 mil habitantes (Santiago, la más grande, tenía 70 mil) y con un área jurisdiccional que llegaba hasta la misma cordillera de Los Andes. De esa misma época datan sus enorme campanas (de unos mil 200 kilos cada una), fundidas con oro donado por sus habitantes. 

El primer golpe que anticipó su caída fue la expulsión de la orden jesuíta de todos los territorios dominados por la Corona Española, hacia fines del siglo XVIII, que redundó en que partieran de Rere los religiosos que habían cultivado sus estancias agrícolas, levantado los primeros colegios y construida la actual casa parroquial. 

Más tarde aparició el ferrocaril que llegó a Yumbel, hecho que dejó a Rere a contramano de la actividad productiva de la zona. La localidad ya no fue el punto de paso obligado de los productos que se movían en la zona. Por eso ahora, con poco más de 3 mil habitantes y un área geográfica reducida a su mínima expresión, la localidad de Rere vive apegada a su devenir agrícola y con la nostalgia de los tiempos pasados.

La Mata de la Picardía

Para llegar por tren a Rere, histórico poblado de la región del Bio Bío, es necesario bajarse en el caserío de Buenuraqui, ubicado a 11 kilómetros. Desde allí hay que internarse por un pintoresco y polvoriento camino que sube y baja serpenteando entre los cerros. Poco antes de llegar al pueblo, se encuentra un longevo litre, conocido como Mata de la Picardía. Es común para el viajero escuchar páreme en la mata'e la picardía, al chofer del microbús que, de tarde en tarde, hace el recorrido entre Rere y Buenuraqui. 

Mi abuela me contaba que desde tiempos antiguos, muchas carretas se desplazaban a Buenuraqui con enormes pipas llenas de chicha y vino para embarcarlas allí con destino a Concepción y Talcahuano. La partida, como se acostumbra en el campo, era de madrugada. Aún oscuro, los peones alistaban las yuntas y emprendían viaje, formando una caravana que parecía una gorda cuncuna que serpenteaba por el camino cuesta arriba. Cuando ya quedaban atrás las casas del pueblo, los viajeros se detenían junto al viejo litre, para el primer descanso de hombres y bestias. A orillas del camino buscaban pajitas secas y convencidos que nadie podía verlos se subían sobre las pipas. Sacando el grueso tapón, comenzaban a chupar la fresca savia que las viñas habían dado durante la vendimia, dando rienda suelta a la picardía campesina. 

Versión de Luis Espinoza

San Sebastián: Entre lo Popular y lo Divino

La tranquilidad volvió a Yumbel. Su gente guardará pacientemente hasta el “20 chico”, en marzo, para recibir nuevamente a ese mar humano que fielmente avanza de rodillas para suplicar o agradecer al santito milagroso por algún favor concedido. Así es la fiesta de San Sebastián donde el fervor popular y las tradiciones se mezclan sin recelo, detenidas en el tiempo, haciendo olvidar, aunque sea por algunos momentos, que estamos en pleno siglo XXI. El día de la celebración, el pueblo amaneció más temprano que de costumbre. Desde la medianoche y cada dos horas la Iglesia ofreció misas a los peregrinos que provenían desde distintos puntos del país para pagar sus mandas. Pero no sólo ellos fueron puntuales, también los vendedores que “religiosamente” llegaron para participar, a su modo, de la festividad. Total, aunque sea pequeña, la imagen de madera de cedro de tan sólo 75 centímetros alcanza para todos. 

Desde las primeras horas, los madrugadores se apoderaron de la plaza y en improvisadas colchonetas en el suelo sucumbieron ante los brazos de Morfeo. Ahí niños, hombres y mujeres tapados hasta el cuello descansaron sus cuerpos, antes de ir a saludar al santito. El silencio comenzó a ceder y las calles a inundarse de gente. 

Y es que, aunque pocos sepan que San Sebastián era un joven militar romano del siglo III, que sobrevivió a las flechas que le propinaron otros soldados por orden del emperador Dioclesiano y que finalmente murió flagelado por proclamar su fe en Cristo, cada vez llega más gente a venerarlo, familias completas, sobre todo de origen humilde, quizás para pedir un milagro o sólo en busca de esperanzas. 

Para demostrar su agradecimiento o para que la petición cobre más valor cada cual elige algún sacrificio. Algunos entregan dinero, otros caminan largas horas, encienden velas hasta la saciedad o llegan de rodillas hasta el altar, ubicado en el campo de oración. Este último es el caso de Emperatriz Díaz, chilena radicada en Francia, quien antes de partir al viejo continente, hace ya 23 años, prometió que cada vez que estuviera en el país visitaría a San Sebastián. Y así lo ha hecho en tres oportunidades. Esta vez llegó en compañía de su esposo y del menor de sus dos hijos, de ocho años, quienes a pleno sol la ayudaron en su cometido abriéndole paso entre la multitud. A esta mujer la fe en Dios y en los santos se la inculcó su familia desde que era pequeña, del mismo modo que ella se la ha transmitido a los suyos. 

Muy distinto es el caso de Marta (29), quien caminó descalza ocho kilómetros junto a su esposo para renovar una manda. Ella comenzó a creer en el santo sólo hace cuatro años cuando le detectaron una grave enfermedad. Contó que la desesperación la llevó a aferrarse a la religión y aunque aún no se mejora el sólo hecho de confiar en Dios la tranquiliza. Casada hace cinco años y ante la imposibilidad de tener un hijo, ruega para que el santo interceda ante la divinidad y le conceda el milagro que la medicina le ha negado.

Historia de la Imagen de San Sebastián

La historia de la imagen en Chile se remonta a la época de la conquista, ya que los soldados españoles tenían como su patrono a San Sebastián y dónde llegaban procedían a entronizarle. En Chillán nació el culto a este santo mártir y fue con la fundación de esta ciudad cuando los soldados españoles trajeron desde su país la sagrada imagen que hoy se venera en Yumbel. A consecuencia de una de las tantas sublevaciones indígenas, la encabezada por el toqui Butapichón arrasó e incendió la ciudad de Chillán en 1655, debiendo las huestes españolas huir, llevándose la imagen del santo para protegerla y dejarla posteriormente enterrada en las cercanías de la villa de Yumbel, al pie del cerro Centinela. 

Los habitantes del lugar la encontraron y dispusieron entonces su veneración, instalándola a partir de esa fecha en diversos lugares del pueblo, hasta que fue ubicada definitivamente en su actual templo. En la entrada poniente del pueblo se erigió la primera capilla en honor de San Sebastián. Estuvo ubicada en el sector donde hoy se encuentra la ermita de San Sebastián en la plaza Alonso de Sotomayor. 

Un intento de destruir esta sagrada figura por parte de algunas personas incrédulas y poco piadosas, ocurrido en 1878, marca el inicio de su fama como santo milagroso en la zona y sus alrededores. Estos la dejaron abandonada, semiquemada y enterrada en unas dunas en el sector de lo que hoy se ubica el camino a Monte Aguila. Luego de una minuciosa búsqueda emprendida por los pobladores, fue encontrada, con las muestras del intento de profanación. De ahí en adelante, comenzó su veneración masiva por parte de los habitantes de la zona, quienes suplicaban al santo mártir protegiera sus siembras de sequías, pestes y toda suerte de calamidades naturales. Desde ahí, se dio comienzo a una devoción de personas no solamente del sector sino de todos los alrededores y el resto del país que acudían hasta el templo de Yumbel. Lo hacían en los medios de la época, a pie, en carretas, posteriormente en vehículos colectivos y particulares y mayoritariamente en los trenes que arribaban del norte y del sur, para solicitar al milagroso santo favores de toda índole. 

Su actual ubicación frente a la principal plaza de Yumbel, data desde 1859, cuando fue construido el templo que hoy conocemos después que el devastador terremoto de 1835 destruyera el recinto que cobijaba a la venerada imagen. A comienzos del siglo XX, el Santuario comienza a adquirir fisonomía de tal, con la habilitación de las primeras instalaciones, como el comedor de peregrinos, galpones donde la parroquia y el santuario ofrecían almuerzos a los devotos y peregrinos, también parte la primera hospedería. En el templo santuario se dormía, se comía, se celebraba la misa y se daban los sacramentos. La fiesta concluía con una procesión alrededor de la plaza, mientras que enfrente del templo se instalaban negocios en donde se vendía de todo y la gente, especialmente los campesinos, aprovechaban para abastecer sus casas. 

Bajo el obispado de monseñor Alfredo Silva Santiago, la Iglesia permitió la celebración del 20 de marzo, dado que muchos devotos en enero estaban ocupados en sus labores, básicamente campesinas. De esta manera, el número de feligreses aumentó con las dos fiestas y el templo se hizo insuficiente para recibir a tantos peregrinos. Tanto fue así que bajo la administración pastoral del Arzobispo Manuel Sánchez, se concibió la idea de un Campo de Oración, es decir, habilitar un lugar fuera del templo, que fuera más espacioso y libre, para que la gente pudiera tener un momento de interioridad, hacer oración, participar de la misa, recibir los sacramentos y entregar sus ofrendas y mandas, además de agradecer los favores de Dios concedidos por intersección de San Sebastián. Desde ese momento, el Santuario adoptó un carácter mas pastoral, es decir, una oportunidad para anunciar a Jesucristo y convocar la fe en él. Esta labor prosiguió con los obispos Manuel Santos y Alejandro Goic, cuyo esfuerzo de veinte años trajo sus frutos, dado que la peregrinación tuvo un carácter marcadamente evangelizador y religioso, depurándolo de sus desviaciones o deformaciones. orientándose hacía una preocupación más de fondo en lo referido a la fe y el compromiso católico. 

Este antiguo Campo de Oración se ubicó en la manzana adyacente al templo santuario, en la esquina de la plaza, en O’Higgins con Castellón. De la misma forma, el comercio se trasladó de la plaza a este nuevo Campo de Oración, rodeando todo su entorno, ocupando las aceras y calzada. El aumento de la afluencia de peregrinos además del crecimiento de la población, la evolución de los medios de transporte y incremento del parque automotriz, junto a los cambios socioeconómicos experimentados por el país, le dieron otra fisonomía a la festividad. Esa imagen de una plaza llena de tendales, el comercio por doquier en calles y veredas, fondas en sus alrededores y mucha gente, cambió por el aumento del comercio ferial y de ambulantes que comenzaron a asfixiar las actividades puramente religiosas que se desarrollaban en el Templo y Campo de Oración. Todo esto creó un nuevo escenario, caracterizado por la masiva invasión de todo tipo de comercio en los accesos y alrededor de los recintos religiosos impidiendo su normal funcionamiento.

Hitos Históricos de La Imagen de San Sebastián

El ataque de los araucanos encabezados por el toqui Butapichún a la ciudad de Chillán en 1655, motivó a los españoles a trasladar la imagen de San Sebastián a las cercanías de Yumbel para evitar que fuera profanada. 

En 1663, un juez eclesiástico adjudicó la imagen de San Sebastián a Yumbel, cuyos habitantes exponían el derecho de hallazgo. Esto, luego que los chillanejos reclamaran la imagen argumentando que les pertenecía. 

La imagen fue trasladada desde unos pajonales, a la plaza fuerte donde estuvo hasta 1757. Ese mismo año, el obispo Espiñeira erigió la Parroquia y la imagen fue depositada ahí permaneciendo hasta 1835 en el templo ubicado en el sector antiguo de la villa, fecha en que fue destruida por el terremoto, sin embargo, la imagen resultó intacta. 

En 1766, don Antonio Gil y Gonzaga, gobernador de la época otorga a Yumbel el título de villa, colocándola oficialmente bajo la protección de San Sebastián. 

Desde 1835 hasta 1859 la imagen de San Sebastián estuvo en un templo provisional mientras se construía el definitivo. 

En 1859 se termina de construir el hermoso templo de tres naves, hasta donde fue trasladada la imagen, lugar donde permanece hasta la fecha. En 1878 hubo una profanación e intento de destrucción de la imagen, que fue encontrada en unos matorrales en el sector que hoy es el camino a Monte Águila. 

Se puede decir que el aumento de la devoción y el inicio de las primeras peregrinaciones data precisamente de 1878, cuando la fama del Santo trasciende la frontera de Yumbel y la zona y se extiende por el resto de Chile y el exterior. 

Cerca de 1900, la Iglesia comienza a habilitar las primeras acomodaciones para acoger la gran cantidad de devotos y peregrinos. Se instalan una hospedería, comedor del peregrino y caballerizas.

San Sebastián de Yumbel

La fiesta de San Sebastián atrae anualmente a un millón y medio de peregrinos y turistas, de las personas que ejercen actividades propias de celebraciones masivas, como medios de comunicación, comerciantes y transportistas, lo que origina un gran cambio en la ciudad, pues sólo se actúa en función de ello. Conocida a nivel nacional, en esta fiesta religiosa se venera la imagen de San Sebastián construida en madera de cedro policromada de 75 centímetros. La imagen -traída por los conquistadores españoles- se encuentra en el Santuario de Yumbel desde 1663. El edificio actual nace de la iniciativa de monseñor Hipólito Salas, obispo de Concepción decreta en marzo de 1854 la reconstrucción del templo de Yumbel.

San Sebastián, El Pueblo está de Fiesta

A 100 metros y fuera del lugar de culto, la situación es distinta. El calor es amo y señor y a nadie parece importarle. ¡El pueblo está de fiesta y hay que celebrar! En la plaza todos se dieron cita, los niños tiraban las ropas de sus padres y los obligaban a pagar por una foto en el caballo de madera con San Sebastián de fondo, la misma escena que ellos protagonizaron hace más de 20 años. Unos pasos más allá, los rancheros haciendo gala de sus mejores atuendos, entonaron las canciones que “hacen nata” en los campos chilenos, al más puro estilo de los charros mexicanos. Y en el otro extremo, los chinchineros incansables dando vuelta de un lado hacia otro, ante la mirada atenta de unos cuantos. Al frente y fuera de la municipalidad, un señor por alto parlante no se cansaba de nombrar a los extraviados que eran esperados en el lugar por sus familiares o amigos, mientras unas señoras de vestidos largos trataban a toda costa de vender un recuerdo del mártir, con espigas y todo. 

Aunque Carabineros hizo lo posible por alejar a los ambulantes del Santuario y del campo de oración, éstos se las ingeniaron para escapar de su mirada y ofrecían sus productos a pocos metros del lugar donde se desarrollaban las actividades religiosas. Esta situación le preocupa al municipio y especialmente a su alcalde, Raúl Betancur, ya que éste se comprometió a sacar el comercio del sector, tras los incidentes de 1999, cuando el Arzobispado de Concepción intentó realizar la festividad en el predio San José del Espino, ubicado a unos ocho kilómetros de Yumbel, provocando la ira y el malestar de gran parte de la comunidad. 

Los otros vendedores, los dos mil que pidieron permiso, se ubicaron en las cuadras establecidas por la municipalidad formando verdaderos mercados persas que nada tienen que envidiarle a los de Santiago. Internarse en estas ferias no fue tarea fácil. Los productos eran variados, desde figuras y estampitas de San Sebastián, hasta ropa, menaje, discos compactos, artículos de belleza, sombreros, gafas, entre otros. Por cierto para los más chicos no faltaron las réplicas de sus héroes del momento. No faltaron los yerbateros que ofrecían sus mercancías milagrosas para cualquier tipo de enfermedades, ni tampoco los mapuches vendiendo “agüita del agrio”. Es que esta celebración da para todo y precisamente ahí radica su gracia.

Manifestaciones y Creencias Populares

Muestra Campesina Es una muestra de índole agropecuaria que ha adquirido en sus ocho años de vida reconocimiento a nivel regional. La Muestra Campesina del año 2000 se celebró en las afueras del Estadio Municipal por calle Castellón. En esta instancia se ponen a la venta productos del campo, artesanía y comida típica. Además de proporcionar información agrícola a los interesados. 

Cruz de Mayo El origen de esta devoción se remonta a los tiempos de la Iglesia Cristiana, cuando los fieles buscaban afanosamente los restos del madero o cruz en que fue levantado Jesús. Es muy pintoresco ver en los pueblos o ciudades como Yumbel que el día 1º de mayo grupos de personas salen en peregrinación golpeando de puerta en puerta proclamando: "... aquí va la cruz de mayo visitando a sus devotos...", terminando esta celebración con una fogata en medio de las calles. 

Festividades Religiosas de San Sebastián En Yumbel existe una imagen del santo romano que es venerada por los católicos cada 20 de enero, 20 marzo y Semana Santa de cada año con una novena y procesión por las calles céntricas de la ciudad. Se reúnen durante estas festividades cerca de 500.000 personas de todo el país y de algunos países cercanos. Muestras de fervor y espiritualidad se dan lugar en estas fechas de quienes vienen a agradecer favores concedidos. 

San Antonio Negro En el camino que va de Yumbel Estación a la localidad de Río Claro se ubica un pequeño caserío en el sector llamado La Chicharra, donde se rinde culto al llamado "San Antonio Negro" que corresponde a San Antonio de Padua. Esta imagen es venerada por los campesinos cada 13 de junio y se reúne un considerable número de personas. 

Niño Dios o "Santo que Gasta los Zapatos" Imagen del niño Dios que se encuentra en una propiedad privada en el sector Santa Cruz de Río Claro. A esta imagen se le realiza una novena que comienza el 17 de diciembre de cada año terminando el 25 del mismo mes con una procesión dentro del mismo sector. A la ceremonia puede concurrir cualquier persona. 

Cruz del Trigo La llamada cruz del trigo o de San Francisco esta muy centrada en la religiosidad popular. Esta manifestación se celebra el día de San Francisco, 4 de octubre. En el lugar, como saludo y ofrenda se entrega una pequeña cruz de canelo y maqui, iniciando un pequeño baile sobre el trigo mismo, todo esto para pedir buenos cultivos y abundante cosecha. Esta ceremonia termina con una atención que hace el dueño de casa a sus visitas, atención que consiste en asado, tortillas, vino, y en especial la degustación de la cabeza de "chancho".